martes, 27 de mayo de 2008

Responsabilidad Social en las Organizaciones Mexicanas y Comunicación: una perspectiva desde la ética

Responsabilidad Social en las Organizaciones Mexicanas y Comunicación: una perspectiva desde la ética [1]
María Antonieta Rebeil Corella[2]
Clemente Sánchez Uribe [3]
Centro de Investigación para la Comunicación Aplicada
Escuela de Comunicación
Universidad Anáhuac México Norte

Introducción
Este trabajo busca hacer una reflexión acerca de las implicaciones de la ética para la responsabilidad social organizacional en el afán de definir conceptos tales como la ética empresarial, la responsabilidad social organizacional y la comunicación integral en las organizaciones. Por otra parte, se sustenta que la responsabilidad social empresarial (RSE) tiene sus raíces en los planteamientos de la ética antropológica. Se discute además, cómo es que una organización socialmente responsable está llamada a contar con procesos de información y de comunicación arraigados en el respeto de las personas integrantes de la organización, así como el de la totalidad de los que tienen que ver con la misma organización: proveedores, clientes, usuarios, consumidores, accionistas, empleados, supervisores, directivos, entre otros. Como punto central del trabajo se hace un esfuerzo por vincular a la ética con la responsabilidad social organizacional y a ésta con la comunicación integral en las organizaciones.

Ética empresarial
La ética se refiere a la conducta justa y equitativa, que va mucho más allá del cumplimiento de las leyes. Implica adherirse a principios morales, guiarse por los valores universales, y ajustarse al comportamiento de vida. La ética tiene como centralidad a la persona humana y su dignidad infinita. Es fundamental considerar que las personas son fines y nunca medios. El respeto y la promoción de su desarrollo integral a las personas son el criterio fundamental para conocer si una acción es ética o no.
Algunas políticas dentro de las empresas que se consideran en el marco de este planteamiento inicial tienen que ver con: a) salarios que reflejan la productividad del trabajador y las necesidades de su familia; b) el subsidio a gastos de la educación del trabajador; c) horarios y estilos de trabajo; d) la capacitación; e) apoyo para que las familias de los trabajadores tengan acceso a actividades deportivas y culturales; f) políticas justas en la contratación de la mujer y el derecho a la maternidad; entre otros.

La importancia de la ética empresarial
La ética dentro de las empresas tiene que ver con el comportamiento personal, grupal y organizacional. Son tres dimensiones que interactúan unas con otras. De manera fundamental, se debe hablar del trabajo ya que las organizaciones son precisamente eso, centros de trabajo. Hay que destacar que existe la prioridad del trabajo frente al capital. El capital es el resultado del trabajo. Por lo tanto, factores tales como la explotación, la falta de seguridad, la falta de garantías sobre las condiciones de seguridad y vida, son factores que los criterios con ética pueden ayudar a erradicar. Es fundamental la consideración de que el hombre dentro de una empresa, sea cual sea la naturaleza de ésta, no es nunca un medio de producción, sino un fin en sí mismo.

Algunos aspectos de la ética laboral en México
En el México actual, el derecho al trabajo y las implicaciones de ello son frecuentemente violadas. Todo hombre tiene derecho a la vida, al desarrollo personal, al respeto, la autovalía, al empleo y a hacer contribuciones a la sociedad. ¿Cómo decir si el empleo en México contiene los principios de la ética empresarial?
Para ello, en primer lugar se deben discutir los niveles de desempleo que existen en el país y los problemas de migración a los Estados Unidos de Norteamérica. De una población económicamente activa (PEA) de 42 millones, existe un desempleo de un millón 786 mil desempleados, o sea el 4.06% de la PEA (González, 2008). Considerando que, el empleo formal de la PEA es de aproximadamente 18 millones: 15 millones en el sector privado y 3 millones en el sector público. Los restantes 24 millones (aproximadamente) pertenecen al sector informal o bien, están desempleados (INEGI, 2008).
Por otra parte, el número de connacionales ilegales que habitan en el territorio norteamericano es de más de diez millones. La cantidad de personas que cruzan la frontera, en busca de trabajo es de alrededor de 2 mil personas, diariamente.
Estas cifras pueden ser un termómetro acerca de si el derecho al empleo es un factor que se esté fomentando en el país.
Por otra parte, es importante señalar, que dentro de las organizaciones actuales en el país, en muchas de éstas, existen situaciones de cargas de más de ocho horas diarias en el trabajo, de empleo de niños, carencias en la capacitación del personal, discriminación de la mujer y en general, de gente con capacidades diferentes, entre otros. Hay una gran cantidad de empleos que reducen a los trabajadores en calidad de máquinas negándoles el derecho que tienen a desarrollarse física, emocional y espiritualmente mediante la realización de su trabajo. Por otra parte, la injusticia salarial en muchos casos se hace presente como un fenómeno de nuestra sociedad.
En términos generales, la existencia de los principios éticos en las organizaciones actuales del país, es una meta pendiente y que requiere de muchos esfuerzos para ser lograda. Entre otras cuestiones, hacen falta más estudios a profundidad y propuestas correspondientes para conformar un marco de referencia adecuado para las organizaciones empleadoras en el país.

La responsabilidad social como parte de la ética en las organizaciones
Una de las vías para practicar la ética organizacional es la responsabilidad social empresarial. Se puede hablar de las finalidades de las empresas en términos de si éstas son de tipo individual o social (Cuadro 1).








Cuadro1. Objetivos y finalidades de las organizaciones

Objetivo económico
Objetivo personal
Individual o interno
Generar y distribuir equitativamente el máximo valor agregado
Contribuir al desarrollo integral de todos los componentes
Social o externo
Producir bienes y servicios que satisfagan las necesidades
Contribuir al desarrollo integral de la comunidad
Fuente: Hidalgo (2008). Centro de Investigación para la Comunicación Aplicada.

El contenido del Cuadro 1 señala cómo las organizaciones tienen objetivos económicos con una dimensión interna (generar y distribuir equitativamente las ganancias), con dimensiones también sociales ( producir bienes y servicios que satisfagan las necesidades). De la misma manera se puede ver cómo se tienen objetivos personales con una dimensión interna (contribuir al desarrollo integral de todos los participantes) y con un nivel social o externo (contribuir al desarrollo integral de la sociedad). Lo importante es que se logre una combinación óptima de las cuatro esferas sin menospreciar ninguna de éstas.
La empresa socialmente responsable es necesariamente una empresa que deriva sus principios y sus funciones desde la ética. Ello le implica un compromiso con los principios y valores rectores pensados desde las intencionalidades y del comportamiento ético. Le implica también la generación de la riqueza, en el marco del respeto infinito de las personas que la integran, así como de los públicos que tienen que ver con ella. La empresa socialmente responsable se compromete a proporcionar bienes y servicios de calidad a la sociedad. La generación del mayor número de empleos posible, es otra característica de una empresa que se dice responsable socialmente.

¿Qué es la responsabilidad social?
Pero la pregunta subyace: ¿Qué es la responsabilidad social? Es muy importante reconocer que en el mundo de la teoría existen dos enfoques diferentes acerca de la Responsabilidad Social Empresarial: la liberal (Friedman, 1990) y la social (Bell, 1965). El primero supone que la organización es un ámbito de atribución exclusivamente de los accionistas (shareholders), y por ende, asume responsabilidades únicamente frente a las ganancias económicas de éstos. El enfoque social, asume que una organización supone un concepto mucho más amplio en donde involucra a públicos internos, externos y especiales. En este sentido, los accionistas son solamente un componente del conjunto de stakeholders y por ende, la organización asume una responsabilidad social más amplia, dirigida al bienestar de todos los involucrados en la organización y a la sociedad en la cual desarrolla sus actividades.
Juan Cajiga Calderón, de CEMEFI, cita como definición de Responsabilidad Social Empresarial “el compromiso consciente y congruente de cumplir integralmente con la finalidad de la empresa tanto en lo interno, como en lo externo, considerando las expectativas de todos sus participantes en lo económico, social o humano y ambiental, demostrando el respeto por los valores éticos, la gente, las comunidades y el medio ambiente, y para la construcción del bien común” (2006).
Los aspectos que abarca la responsabilidad social organizacional tienen que ver en primer lugar con la decisión que tomó un entrepreneur o un conjunto de individuos que se cohesionan para llevar a cabo la producción eficiente de un bien o servicio y realizarlo en el mercado.
Estas actividades de tipo laboral y empresarial están sujetas a las leyes y normas que rigen una sociedad específica y en un momento histórico dado. Ello las hace unidades que son determinadas desde la sociedad más amplia que es su entorno. Ello mismo las hace tener la necesidad de responder a las demandas de este entorno.
Una empresa que pretende ser socialmente responsable hacia la sociedad en que se encuentra, tiene por obligación hacer otro tanto hacia el interior de su organización. Los problemas del bienestar personal de cada uno de sus integrantes, su desarrollo físico, intelectual, emocional y espiritual son partes integrantes de una estrategia comprehensiva de responsabilidad social. No es posible predicar lo que no se es.
La responsabilidad social al interior de las unidades de negocio se remite a la integridad moral de los dirigentes y de todos los participantes, a la justicia en las transacciones, al buen trato del personal, el respeto a las leyes, la honestidad en la gestión, el trabajo solidario en equipo, y el sentido de logro y cooperación.
Por otra parte, la cuestión de la ecología que es la tradicionalmente asociada al concepto de responsabilidad social, no puede quedar relegada, ya que ésta implica el cuidado de los recursos naturales no renovables para las generaciones presentes y para las futuras.


Figura 1. Niveles y públicos de la responsabilidad social y su impacto en la organización
Clientes
Empleados
Sociedad
Socios
Nivel de Servicios
Facilidades para los empleados
Manejo de desperdicios
Manejo de marcas en conjunto
Calidad
Salarios justos y beneficiosos
Buen vecino
Términos favorables
Términos flexibles
Reclutamiento, entrenamiento
Reducción de riesgo medio ambiental
Involucramiento del socio
Involucramiento con el cliente
Seguridad del ambiente de trabajo
Conservación de la energía
Prácticas de comercio justas
Derechos e intereses de los consumidores
Involucramiento de empleados
Infraestructura
Transparencia mutua
Servicios del Producto
Ética
Rehabilitación del medio ambiente
Ética
Ética


Ética

Confianza Lealtad Motivación


Reducción de costos
Calidad de los activos
Aumento de Facturación
Aumento de productividad
Aumento de la utilización de las existencias
Reducción de litigios




Fuente: Adaptado de Iezzi, CEO Argentina, 2005

La Figura 1 es una síntesis de los aspectos más importantes que implican las acciones de la responsabilidad entendidos en este contexto como inversiones y no como gastos. Es además una vista de conjunto de los actores más importantes en la empresa: clientes, empleados, sociedad y socios. Las filas en las que se encuentran las distintas formas de las inversiones que se hacen para ser socialmente responsable: En el caso de los clientes es necesario hacer inversiones en nivel de servicios, calidad, términos flexibles, involucramiento con el cliente, derechos e intereses de los consumidores y servicios del producto y desde luego ética en las relaciones con los clientes. Con relación a los empleados, hay que hacer inversiones en: prestaciones para los empleados, salarios justos y provechosos, reclutamiento, entrenamiento y desarrollo, seguridad del ambiente de trabajo, involucramiento de los empleados, ética de las relaciones internas en la organización. En cuanto a la sociedad, las inversiones son en términos de manejo de desperdicios, buen vecino, reducción del riesgo medio ambiental, conservación de la energía, infraestructura, rehabilitación medio ambiental y la ética que se denota en la honestidad y la solidaridad hacia la comunidad en que se encuentra la empresa y la sociedad más amplia. En cuanto a los socios de la organización, éstos deben hacer inversiones en el manejo de sus marcas, la negociación de términos favorables, involucramiento de los socios, prácticas de comercio justas, transparencia mutua. Todo lo anterior debe estar basado en una relación ética de los accionistas con la empresa y la sociedad (Figura 1).

Empresas socialmente responsables en México
De acuerdo con las estadísticas del CEMEFI, en el momento actual, México cuenta con 1,218 empresas socialmente responsables de un total de 75,263 empresas en el país, de las cuales: 7,526 se consideran unidades grandes; 67,737 entran en la categoría de medianas, pequeñas y micro empresas en la República Mexicana. Como es posible ver, los datos señalan a una situación aún precaria de la extensión de la responsabilidad social en la Nación. El CEMEFI hace posible que aproximadamente, en promedio, unas 174 empresas por año se unan a la lista de empresas socialmente responsables desde el año 2002 a la fecha. No obstante, las estadísticas de este año del CEMEFI reflejan un total de 274 empresas certificadas como socialmente responsables (ESR, 2008). Los criterios que emplea el CEMEFI son: 1) ética empresarial, 2) calidad de vida, 3) vinculación y compromiso con la comunidad y su desarrollo, y 4) cuidado y preservación del medio ambiente.
Cabe señalar que los criterios del CEMEFI se relacionan con un concepto social de empresa y no con uno liberal. Ello se hace evidente en el punto de partida de lo que es el indicador ética empresarial, en el cual se denota la centralidad de la persona humana, como base y núcleo fundamental de toda organización. Por lo tanto, su bienestar, su desarrollo y su superación es la base central de una empresa socialmente responsable. Por otra parte, el indicador de la calidad de vida, tiene que ver directamente con el bienestar material, emocional y espiritual de cada uno de los integrantes de la empresa, pero también el de públicos externos de la organización tales como proveedores, consumidores, ente otros. El indicador de vinculación y compromiso con la comunidad y su desarrollo tienen que ver con la preocupación y acción hacia la misma localidad o algún sector de la sociedad en que se encuentra inserta. Ello habla de una participación en la comunidad, que va más allá de los intereses inmediatos económicos. Finalmente, el factor del cuidado y preservación del medio ambiente, tiene su expresión en la protección de la naturaleza, fuente y modo de vida de la empresa, la comunidad y la sociedad más amplia.
Las inversiones anteriormente mencionadas en la Figura 1, traen consigo el aumento de confianza, de lealtad y de motivación de los distintos actores, entre ellos mismos, y hacia la organización como un todo. Los tres elementos aunados producen la mejora en la utilización de las existencias en los almacenes, un incremento en la facturación, un aumento en la productividad y la superación de niveles de calidad. Por otra parte, se pueden reducir los costos, las demandas y litigios. De tal manera que la inversión en responsabilidad social es altamente redituable para la empresa y no solamente en términos de imagen y de legitimidad social.

El aval de la responsabilidad social empresarial en México
Cabe mencionar que el CEMEFI no es el único protagonista de la RSE en México. Existen otros organismos que dan cuenta de una cultura creciente en el país. Se está hablando de lo que Sánchez Uribe plantea en el artículo de la primera edición de la revista electrónica Paradygma: El Instituto de Desarrollo Empresarial Anáhuac (IDEA), ubicado en la Universidad Anáhuac México Norte. También se puede mencionar al Centro Latinoamericano de Responsabilidad Social (CLARES), que tiene su operación también en la misma Universidad, y que, a través de sus Maestrías y programas de Posgrado, promueven el conocimiento, la difusión, la profesionalización, la autocrítica, la rentabilidad económica y social, y cómo todos esos factores se asocian a la responsabilidad social que eficientemente puede asumir cualquier organización. Por otra parte, se menciona a AliaRSE, organismo que agrupa a seis instituciones empresariales de México, y cuyo objetivo es el de asesorar y dar soporte técnico a las organizaciones que han incorporado la responsabilidad social empresarial dentro de sus actividades. De igual manera, una organización que ha cobrado gran importancia en el ámbito internacional, Sánchez menciona al Instituto Great Place to Work. Este organismo fue fundado en 1991 por Robert Levering y Amy Lyman, y sus operaciones en México iniciaron en el año 2002. Actualmente, opera en la región de Latinoamérica, América del Norte, Europa, Asia y Oceanía; ha funcionado por más de 20 años, otorgando reconocimientos a las empresas que se constituyen como lugares ideales para trabajar y ha ayudado a numerosas empresas a mejorar sus condiciones y ambiente de trabajo.

¿Qué tiene que ver la ética con la comunicación integral en las organizaciones?
André Mulliez, fundador de Nord Entreprendie, Réseau Entreprendie y Chemins d’Humanité, señala que las empresas donde no se valora a las personas y que, únicamente piensan en las ganancias económicas, a la larga pueden llegar hasta desaparecer. Ello se debe a que las personas que son sus clientes, sus proveedores, sus usuarios, sus empleados, sus líderes y sus accionistas, en todo momento deben ser respetados y los dirigentes de estas empresas deben de vigilar que ningún integrante de la organización sea relegado y nadie tenga la preferencia sobre los demás. Uno de los principios básicos de la ética es que la organización sea una instancia rica en información y abundante en comunicación.
La organización no puede considerarse como ajena ni independiente de sus integrantes. Es precisamente, a través de la inclusión de valores y de la ética que se pueden integrar los esfuerzos para formar sujetos responsables y comprometidos, dispuestos a responder por sus actos. Mediante ello, se eleva la dignidad de aquellos que colaboran con la propia organización.

Comunicación integral en las organizaciones, ética y responsabilidad social
Antes que nada, vale la pena remitirse a la definición de comunicación integral en las organizaciones. Por comunicación integral en las organizaciones e instituciones se entiende aquella que dentro de los sectores público, privado y social se da a la tarea de fortalecer la contribución positiva de quienes integran la organización o institución y busca abrir espacios para la discusión de los temas esforzándose por lograr soluciones colectivas que las hagan más sólidas, productivas y sustentables. La comunicación integral en las organizaciones e instituciones incluye tres dimensiones: a) comunicación interna u organizacional enfocada a la búsqueda de la integración y la corresponsabilidad, b) comunicación corporativa dedicada a la creación y mantenimiento de la buena imagen de la unidad de negocios o institución, y c) la publicitaria o mercadológica cuya finalidad es la realización de los productos y servicios en el mercado o en la sociedad (Nosnik y Rebeil, 2006).

Comunicación interna
Conforme a la definición anterior, la comunicación interna es aquella que se da al interior de las organizaciones entre sus directivos, mandos medios y operativos. En este caso, existen tres aspectos que se deben atender con respecto a la comunicación interna: la comunicación vertical, la horizontal y la transversal. A continuación, se representa una organización con lagunas e islas en la comunicación (Figura 2).
Figura 2. Lagunas e islas de comunicación en la organización









Fuente: Hidalgo (2008). Centro de Investigación para la Comunicación Aplicada.
La Figura 2 señala cómo puede ocurrir una gran incomunicación en una organización. La incomunicación vertical, sea ésta descendente o ascendente, la horizontal y la que descuida ambas, más la lateral, incurre en el desacato de los principios básicos de una unidad entendida como un organismo vivo, cuyas articulaciones debe mantener las puertas abiertas para dar y recibir informaciones continuamente.
Comunicación corporativa
La comunicación corporativa tiene que ver con la creación de la imagen de la empresa, tanto hacia sus públicos internos como hacia los externos. En muchas ocasiones esta comunicación se traslapa con las relaciones públicas aunque ninguna de las dos abarca a la otra en su totalidad. La comunicación corporativa dedicada a la generación, construcción y mantenimiento de la imagen de la organización, busca en todo momento difundir los elementos que hacen que la empresa o institución sea percibida con legitimidad social y como benéfica para la sociedad en que se desempeña. Ello a la larga atrae consumidores y usuarios y les acrecienta su lealtad.
Si la responsabilidad que práctica la organización, no es difundida correctamente al exterior de la organización, es clara la tendencia de que un alto porcentaje de consumidores puedan retirarle su apoyo. Ello sucede en virtud de que su capital de integridad no sustenta los niveles adecuados de credibilidad e imagen que ésta requiere para legitimarse en sociedad. En este ámbito, se considera imperante que todos los mandos directivos y coordinadores de una organización, sean los primeros en promover la buena imagen de su organización. La responsabilidad social empresarial puede ser un testimonio práctico que tenga resonancia en sus propios equipos de trabajo y esto refuerce el llamado liderazgo ético hacia el exterior de la misma, es decir hacia la opinión pública.
Comunicación mercadológica
La comunicación mercadológica o publicidad para una organización, significa el soporte para la venta de productos y servicios y de su realización en el mercado. En términos generales, la eficiencia de la comunicación mercadológica ha ido incrementando en las empresas, ya que al momento actual, se tiene un alto grado de expertise tanto internamente como en las agencias de publicidad. Ello se debe, a que al estar encargada de las ventas en el mercado, es el tipo de comunicación que se ve con mayor claridad que trae las ganancias a la organización.
Interrelación entre los tres tipos de comunicación
En este contexto se menciona de manera insistente ya que es necesaria la interrelación. Para lograr una comunicación integral efectiva en las organizaciones, es necesario que los tres tipos de comunicación: interna (llamada frecuentemente organizacional), corporativa, y publicitaria, y que mantengan entre las tres, una interacción, que sean sinérgicas y expresen congruencia entre las tres, a fin de servir mejor a la organización.
La comunicación social en las organizaciones, debe basarse en principios éticos y estar en consonancia en todo momento, con todos los procesos de responsabilidad social que la empresa se encuentre implementando.

¿Qué retos enfrenta actualmente dentro de la organización?
La comunicación integral de una organización socialmente responsable puede enfrentar algunos retos. Algunos de estos son ciertos proteccionismos que lleven a alterar números o cifras que ocultan el verdadero desempeño de la organización. De esta manera, existe el peligro de que las políticas y procedimientos de responsabilidad social en la organización, no estén siendo aplicados íntegramente, con lo que se pretende crear una imagen ficticia del proceder de la organización.
El compromiso organizacional ético debe llevar a vivir una auténtica cultura de comunicación y de responsabilidad social, con el fin de potenciar a la organización en todos sus niveles.

Conclusiones
Este trabajo, además de reflexionar sobre las implicaciones de la ética para la responsabilidad social organizacional, ha buscado vincular esta última con la comunicación integral en las organizaciones, reconociendo la importancia de que al ostentar la categoría de socialmente responsable, una organización se obliga a difundir y compartir esos principios hacia el interior como al exterior de la misma.
Así queda reafirmado que no se puede predicar lo que no se es, y al atender el bienestar y desarrollo personal de los integrantes de una organización, ellos mismos se constituyen en los mejores voceros de toda una filosofía de vida laboral: la responsabilidad social organizacional que expresa ese compromiso integral de cumplir expectativas de los participantes internos y externos en el ámbito económico, social, ambiental y de valores éticos.
La responsabilidad social ejercida por parte de las empresas tiene altas probabilidades de resultar beneficiosa para la misma. Todos aquellos que tengan relación con la organización pueden tener más confianza, le serán más leales y en general estarán más motivados a trabajar en ella. Estos factores, en apariencia sin relación alguna con los resultados duros que necesita la empresa para su operación diaria y supervivencia, tienen un impacto directo en la mejora en la productividad, en la atención y servicios a los clientes, quienes preferirán sus productos, y los accionistas estarán más dispuestos a asumir riesgos con la organización, entre otros.
El hecho de no atender a los intereses de todos aquellos públicos que tienen una relación con la empresa pone en riesgo la sustentabilidad de la misma ya que al atender las ganancias financieras en el corto plazo, se pone en riesgo la eficiencia y la supervivencia de la organización en el largo plazo.
Así, la comunicación integral en las organizaciones e instituciones y las tres dimensiones que la conforman: interna, corporativa y mercadológica, desempeñan un papel fundamental en el entendimiento, difusión y continuidad de flujo comunicativo que, a través del uso de nuevas formas de comunicación y mercadotecnia integrada podría lograr ese alcance de contenidos a todos los públicos que rodean la organización.
El hecho de que sean tan pocas las empresas que son reconocidas como socialmente responsables en el país, aumenta el nivel de complejidad del reto. Es necesario sensibilizar, y más aún, crear el compromiso real de las organizaciones para asumir una filosofía laboral ética, que aspire a constituir una responsabilidad social organizacional.











Referencias
Friedman, Milton (1990) “The Suicidal impulse of the Business Community”, Business Economics, Vol. 25, Enero.
Bell, Daniel (1965) “The Corporation and Society in the 1970s”, The Public Interest, 24 de agosto.

Cajiga Calderón, Juan F (2006) Definición de RSE- Fundamentos de la RSE (Secc). Recuperado el 22 de diciembre de 2007 en sitio internet de CEMEFI- Centro Mexicano para la Filantropía, A.C. (2006)

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Sánchez Uribe (2008). “Responsabilidad Social y ética en las Organizaciones: ¿una cultura verdaderamente responsable y comprometida de las organizaciones en México?” en Paradygma Núm.1, revista electrónica del Centro de Investigación para la Comunicación Aplicada, Escuela de Comunicación, Universidad Anáhuac.

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Empresa Socialmente Responsable (2008). Suplemento comercial independiente, Responsabilidad de Suplementos Corporativos S.A. de C.V., México: CEMEFI, AliaRSE por México, Forum Empresa.
[1] Esta ponencia es una versión revisada de Rebeil, M.A. y Sánchez, C. “Ética y Comunicación Integral en las Organizaciones Socialmente Responsables” en M.A. Rebeil (Coord.) Comunicación Integral y Responsabilidad Social en las Organizaciones, En prensa.
Los autores desean agradecer el apoyo de Guillermo Lemus Legaspi, estudiante de la Licenciatura en Comunicación de la Universidad Anáhuac México Norte, asistente de investigación del Centro de Investigación para la Comunicación Aplicada.
[2] Directora del Centro de Investigación para la Comunicación Aplicada de la Universidad Anáhuac México Norte. Co-Coordinadora con Jacinta Hernández Pérez del Grupo de Investigación de la Comunicación Integral en las Organizaciones, de la Asociación Mexicana de Investigadores de la Comunicación.
[3] Investigador del Centro de Investigación para la Comunicación Aplicada de la Universidad Anáhuac México Norte. Director de Promoción y Mercadotecnia de la Asociación Mexicana de Comunicadores AMCO.